La alimentación de una madre que amamanta
Durante todo el embarazo has cuidado tu alimentación, nueve meses donde has vigilado atentamente lo que has comido, las cantidades y la calidad de los nutrientes.
Tu bebé ya está aquí y ahora debemos cuidar su alimentación. Si la opción elegida es la lactancia materna, es importante para la madre, y ahora para el bebé, seguir cuidando al máximo la dieta.
Se dice que con la lactancia materna la madre recupera la figura con más facilidad, esto es debido al desgaste extra que supone estar alimentando a nuestro hijo. Es por ello que debemos mantener una alimentación lo más variada posible y dejar de lado las dietas restrictivas. El cuerpo, poco a poco, irá recuperando la forma.
La ingesta diaria recomendada para las madres lactantes es de 2.700 kcal, frente a las 2.200 para mujeres no lactantes. Este dato nos muestra la necesidad de una dieta abundante pero no olvidemos que también ha de ser compensada.
Alimentos importantes durante la lactancia
- Proteínas: que podemos encontrar en carnes magras, pescados, huevos, lácteos.
- Ácidos grasos esenciales: pescado azul, frutos secos, aceites de girasol u oliva
- Vitaminas: que encontraremos en frutas, verduras y hortalizas variadas.
- Minerales: especial atención al hierro, ya que la madre puede tener carencia tras el parto, solo será necesario suplementar en esos casos. Muy importante también es el yodo, se recomienda una suplementación no solo durante el embarazo, sino también durante la lactancia para favorecer el correcto funcionamiento de la tiroides del bebé.
- Calcio: durante la lactancia se produce una pérdida de entre el 3% y el 7% del calcio de los huesos, que se recupera espontáneamente a partir del sexto mes de lactancia. Por ello no es necesario ninguna suplementación extra. Se recomienda 1.000 mg/día tanto si se da el pecho o no.
- Agua: se necesita tomar más agua durante la lactancia. La madre notará más sed. La ingesta de líquidos debe aumentar.
Debemos evitar
Se deben evitar bollerías industriales o azúcares refinados, excitantes como el café, refrescos con cafeína, alcohol.
Algunos alimentos se han desterrado de la dieta de las madres lactantes, porque se creía que podían dar mal sabor o bien perjudicar al bebé. Ajo, cebolla, espárragos, alcachofas. Según algunos estudios no hay alimentos que dañen al bebé, aunque sí pudiera afectar al sabor de la leche, pero no por ello son nocivos o perjudiciales. Se ha demostrado que lo que come la futura mamá durante el embarazo y después durante la lactancia, determinará los gustos de su bebé, es decir, se habrá acostumbrado al sabor de ciertos alimentos.
Las madres, en definitiva, pueden comer de todo.
¿Y tu?, ¿has seguido un cuidada dieta durante el tiempo que has dado el pecho a tu hijo?, ¿has sentido más hambre?
Publicado el 22 Mar, 2012