Apego seguro, niños felices, ¿cómo conseguirlo?

Seguro que has escuchado más de una vez aquello de que los padres somos el espejo donde nuestros hijos se miran. Nos imitan en todo y nuestro ejemplo determina sus acciones o su modo de comportarse. No es por presionar, querida mamá o papá, pero la relación que establezcamos con nuestros hijos en los primeros años es de vital importancia para que logren desarrollarse, a nivel emocional, de una manera saludable. En otras palabras, donde hay cariño y seguridad, ¡hay felicidad! Y la meta indiscutible que todos tenemos es conseguir que nuestros hijos sean felices.

Durante sus primeros tres años nuestros peques desarrollarán y afianzarán su personalidad, aprenderán a relacionarse con el mundo, desarrollarán su autoestima y para todo ello tendrán una referencia fundamental: papá y mamá. Conseguir que se sientan seguros y queridos es la base para conseguir un vínculo seguro y fuerte.

¿Cómo lo conseguimos?

• Demuestra tu cariño. No escatimes tus muestras de amor: bésale, abrázale, sonríe, es el mejor regalo que puedes hacerle.
• Enséñale la importancia de decir “te quiero” y no esconder los sentimientos.
• ¡No al chantaje emocional! No utilices tu cariño como recompensa o castigo. Aquello de “si no te portas bien mamá ya no te va a querer” es una crueldad que además fomentará una enorme inseguridad en tu pequeño.
• El tiempo es oro y merecen que les dediquemos todo el que sea posible. Sus primeros años pasan volando, ¡no te los pierdas!
• Habrá etapas más duras, donde te resultará difícil mantener la calma. Pero recuerda que tu comportamiento también determinará sus acciones o su forma de actuar.
• No le grites, no le recrimines, no le hagas responsable de tu mal humor. Sí, todos tenemos un mal día pero nuestros hijos no tienen la culpa. Debemos aprender a controlar esas emociones negativas.

Su sonrisa será nuestra mejor recompensa: niños felices conseguirán hacer un mundo más feliz para todos.