¡Babea mucho! ¿Serán los dientes? Aquí tienes la respuesta
A los 4 meses, de pronto y sin previo aviso, nuestro bebé empieza a babear y no damos a basto a comprar baberos.
– ¿Qué ocurre? ¿Por qué ahora echa tanta baba? – os preguntáis.
Y ahí viene la mítica frase:
– ¡Eso son los dientes!
Pues lo siento mucho por todas las abuelas y las mamás que recurren a esta explicación tan socorrida, pero no; no tienen por qué ser los dientes.
En el recién nacido, inicialmente la saliva aparece como consecuencia de la actividad de la glándula sublingual, pero es poca cantidad. No es hasta el 4º mes, cuando empieza a funcionar la glándula parótida, situada a ambos lados de la cara. Esta glándula es mucho mayor en tamaño por lo que la cantidad de saliva que de pronto comienzan a fabricar, es más que visible.
Por lo tanto cuando veas a tu bebé babeando a chorros ya sabes que sus glándulas parótidas están en pleno funcionamiento, y que no es debido a la erupción dental.
El babeo es un proceso independiente de la dentición, sin ninguna relación pero con un desarrollo paralelo.
Además, a esta edad, los 4 meses, el reflejo de la deglución (tragar) es bastante inmaduro y no se realiza de una manera eficaz por lo que esto contribuye a que el exceso de saliva en la boca no sea deglutido frecuentemente y algunos niños babeen.
Ponte en su lugar, de pronto se les llena la boca de saliva, sustancia hasta el momento escasa y los primeros días algunos niños ¿qué hacen? La tiran.
Los dientes generalmente no comienzan a salir hasta los 6 meses.
Pero es que además a los 4 meses los niños se descubren los puños ¿y qué hacen? se los meten en la boca ¿Y por qué lo hacen?, preguntaréis. Porque les gusta. Y lo hacen tengan o no tengan dientes. Unos meses después se descubrirán los pies, y también se los meterán en la boca y no por ello diremos que les están saliendo las muelas.
Ocasionalmente, antes de los 6 meses, aparece precozmente algún diente que como ya sabéis ahora, no guarda relación con la salivación. Sin embargo, si tu bebé es un adelantado en la dentición y además se chupa el puño, da por hecho que alguien se acercará al verle babear con su dientecito asomando y te dirá: “Si ya lo decía yo…”
Publicado el 11 Mar, 2015