Síndrome del bebé zarandeado
Bien por un simple ataque de tos, porque se atraganta, porque llora desconsoladamente o incluso en un gesto cariñoso, podemos zarandear al bebé. Debes saber que es un grave error que puede traer consecuencias terribles; es lo que conocemos como síndrome del bebé zarandeado.
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Cómo se produce
El síndrome del bebé zarandeado puede tener lugar cuando este es agitado bruscamente. Ocurre esencialmente hasta los cinco años, aunque tiene especial incidencia en niños entre seis y ocho semanas. Es en este periodo cuando los niños tienden a llorar más, y es más frecuente en aquellos que sufren cólicos. Momentos en los que se considere que la vida del bebé está en peligro también son desencadenantes. Los padres, preocupados, puede que intenten solucionar una situación como un ataque de tos o un atragantamiento agitando al bebé.
Síntomas
A los pocos días e incluso horas de haberse producido la sacudida, empezarán a aparecer los primeros síntomas. El pequeño estará más irritable, puede que le cueste respirar y comenzará a tener problemas para mantenerse despierto. También puede entrañar vómitos e incluso parálisis, en un principio.
Consecuencias
Estos síntomas son provocados por un cuadro clínico que puede incluir factores como rotura de vasos sanguíneos, afecciones en los huesos o daños en los nervios relacionados directamente con el funcionamiento del cerebro.
Así, las consecuencias más repetidas en estos casos incluyen ceguera y sordera, que pueden ser parciales o totales. También son frecuentes los mareos constantes y el retraso en el aprendizaje, inducido por una discapacidad mental.
En los peores casos, puede suponer un desenlace fatal.
¿Existe forma de prevenirlo o curarlo?
No hay tratamiento, pues todo lo que puede ocurrirle al pequeño es irreversible. La única prevención existente es la paciencia y asumir algo muy básico: nada justifica el zarandear a un niño.
Publicado el 14 Jun, 2017