Consejos imprescindibles para el cuidado de la piel del bebé
Dar la bienvenida a un bebé es dársela también a muchas novedades. Llegan nuevas palabras, que quizá no hayas escuchado nunca. También nuevas sensaciones, que descubrirás desde el mismo momento en que le veas. Pero, sobre todo, nuevas rutinas que marcarán tu vida. Especialmente al principio, cuando tu bebé y tú tengáis que haceros el uno al otro. Seguro que has oído hablar de la rutina del baño. La tradición popular afirma que sirve para que los bebés se relajen, de ahí que se haga por la noche: se trata de prepararle para el sueño. El baño forma parte del cuidado de la piel del bebé, que es especialmente importante al principio. ¿Sabes a lo que tienes que prestar atención para hacerlo? Te lo contamos.
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Los consejos que no debes olvidar para el cuidado de la piel de tu bebé
Como decíamos, el baño forma una parte importante del cuidado de la piel del bebé. Pero no la única. A lo largo de todo el día, habrá momentos en que tengas que prestarle atención. Por ejemplo, en cada cambio de pañal. Te contamos cómo cuidar la piel de tu bebé en cada momento.
La hora del baño del bebé
¿Sabes cuándo bañar al bebé? Alrededor de la hora del baño hay diferentes mitos, pero también algunas certezas. El agua tiene que estar a una temperatura entre 34º y 37º; la habitación entre 23º y 25º. Elige una cosmética específica para bebés que puedas usar desde el primer día de vida; y si tienen ingredientes de origen natural, mejor que mejor.
Cuando le seques, hazlo con cuidado, a toquecitos y sin restregar. Esto es muy importante si tiene la piel atópica, ya que se podrían empeorar las erupciones. A continuación, hidrátale todo el cuerpo, incluyendo la cara. Puedes aprovechar este momento para darle un masaje y disfrutar de un momento juntos.
En los primeros meses de vida el baño dura muy poco tiempo, ya que unos minutos son suficientes para asearle. En torno a los cuatro meses empezará a moverse más y podrá empezar a disfrutar del agua. Es recomendable prestar siempre mucha atención al bebé dentro de la bañera y no dejarle nunca solo.
El cambio del pañal
Se trata de otro de esos momentos en los que prestar especial atención a la piel del bebé. En el cambio de pañal entra en juego el factor irritativo de las heces y la orina, que, combinadas con la delicadeza de la piel del bebé, pueden causar estragos. Por eso se recomienda efectuar ese cambio en cuanto se detecta que el pañal está sucio. ¿A qué hay que prestar atención en ese cambio de pañal? A limpiar bien la zona. Esto incluye los pliegues que se suelen formar en los muslos y el culete y que, a veces, almacenan suciedad. De forma preventiva, puedes ponerle una crema del pañal que le proteja de complicaciones; si las irritaciones llegan, la pomada intensiva del pañal será tu aliada.
El cuidado de la piel del bebé cuando salgáis a pasear
Recuerda que no se recomienda la exposición solar en los menores de 6 meses, por eso, cuando salgáis a pasear, lo mejor es que lo mantengas a la sombra. Esta recomendación aplica para todo el año, pero es aún más importante en verano, cuando los rayos solares son más intensos.
Por otro lado, las inclemencias meteorológicas pueden irritar la delicada piel de la carita del bebé cuando llegan las estaciones frías. Tener a mano el bálsamo pediátrico para labios y nariz te ayudará a mantener la zona hidratada y protegida si el frío y el viento hacen estragos.
Cómo es la piel del bebé
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y en él reside el sentido del tacto. La del bebé es muy fina y más permeable, de ahí la necesidad de emplear fórmulas específicas para recién nacidos.
Otra de las características de la piel del bebé es que la unión entre la dermis y la epidermis no está formada del todo, por lo que se descama con facilidad. Puede que resulte aparatoso, pero no hay que preocuparse por ello. Se trata de algo transitorio que se irá corrigiendo según crezca.
La piel del bebé tiene menos melanina que la de los adultos, por eso la sensibilidad al sol que comentábamos. Además, sus glándulas sudoríparas no funcionan todavía a pleno rendimiento, por lo que si suda mucho puede producirse una erupción llamada sudamina. No es una cuestión grave, solo hay que evitar que el bebé pase calor.
Como curiosidad, si al nacer tu bebé tiene un vello muy finito por todo el cuerpo, no te asustes. Se trata del lanugo, desaparecerá en las primeras semanas de vida.
¿Conocías estos consejos para el cuidado de la piel de tu bebé?
Publicado el 08 Oct, 2019