¿Qué es la costra láctea del bebé y cómo eliminarla?

Cuando nace tu bebé, es perfecto en todos los sentidos, especialmente a tus ojos. Sin embargo, la preocupación por su bienestar empezará a hacerse patente casi desde el minuto de la concepción. Así que cuando unas costras amarillas o blancuzcas empiezas a aparecer en su cabecita perfecta, es normal que salten las alarmas.  

La costra láctea es una afección de la piel, concretamente del cuero cabelludo, que puede sufrir tu chiquitín y que no tiene muy buen aspecto a simple vista. Sin embargo, no hay motivos para preocuparse.  

Te contamos qué es la costra láctea, por qué aparece y cómo puedes eliminarla. 

¿Qué es la costra láctea? 

La costra láctea es una secreción grasa que aparece en forma de escamas amarillentas, blanquecinas o grisáceas muy adheridas a la cabeza de los bebés. 

Es un tipo de dermatitis seborreica que se da en aquellas zonas donde hay gran concentración de glándulas sebáceas. Nos referimos a ella como costra del lactante por afectar en los primeros años del pequeño. Aquellos niños y niñas que lo padecen pueden tener también estas escamas en la frente, en las cejas, en la comisura de los labios, en las orejas. 

¿Por qué aparece la costra láctea? 

Al contrario de lo que se pensaba hace unas décadas y del nombre que recibe, la alimentación del bebé no es la responsable de su aparición y no tiene nada que ver con una posible intolerancia a la lactosa en bebés. 

Tampoco se trata de un problema alérgico y no es contagioso. Aunque pueda parecer que las escamas pican o irritan la piel, la realidad es que no son en absoluto molestas para el bebé. De hecho, es probable que ni siquiera las note, sobre todo si es muy pequeñito. 

Es simplemente un trastorno en la regulación de la grasa a nivel de la epidermis. Con el paso del tiempo se corregirá y desaparecerá la costra del lactante por sí sola. 

Síntomas de la costra láctea 

El único síntoma de la costra láctea del bebé es la aparición de escamas de color amarillento, blanquecino o grisáceo. 

Estas costras aparecen en zonas localizadas y no se extienden por tocarlas o rascarlas. La zona más habitual es el cuero cabelludo, pero, en ocasiones, también pueden verse afectadas la frente, cejas, orejas o comisuras de los labios.  

La costra láctea no tiene ninguna consecuencia negativa. En la inmensa mayoría de los casos, las costras ni siquiera producen molestias o picor, aunque si han aparecido en una zona más accesible como la frente o las cejas, tu bebé sí podría notarlas. ¿La costra láctea huele mal? Con un buen baño lo tendrás solucionado. 

Lo habitual es que la costra láctea aparezca en los primeros meses de vida, pero puede durar hasta los 3 años. No obstante, no debes preocuparte, porque desaparece sin necesidad de tratamiento y no causa secuelas. 

¿Cómo se elimina la costra láctea del bebé? 

La forma de quitar la costra láctea es lavando el cuero cabelludo con un champú para costra láctea de bebés, frotando con cuidado, al tiempo que damos un suave masaje durante unos minutos incidiendo en las zonas afectadas. Después es muy importante aclarar con agua abundante. El lavado del cabello ha de ser diario para evitar la acumulación de grasa. Te recomendamos que utilices el gel-champú de Suavinex, diseñado para bebés y recién nacidos, que puedes encontrar en el Cofre regalo Petite Surprise para el Baño, que incluye el gel, con una textura súper suave, una manopla de baño con un divertido diseño y un bote de crema hidratante para cuidar también la piel del bebé. O también puedes hacerte con el Set de Baño Bebé con Cepillo Mint, que además del champú incluye un peine y un cepillo especiales para recién nacidos y un frasco de la fragancia más popular de Suavinex: Baby Cologne. 

Si la costra se muestra resistente se puede aplicar, media hora antes del baño, un poco de aceite (de oliva, de almendras, de masaje) o vaselina para ablandarla y así se eliminará con mayor facilidad. Se debe masajear la zona con cuidado, especialmente si aún es recién nacido, para no dañar las fontanelas del bebé, y dejarlo hasta que llegue el momento de lavarlo. 

Las costras o escamas no debemos quitarlas con un peine, rascar con las uñas o intentar arrancarlas. Con paciencia y una correcta higiene irán desapareciendo. No debemos olvidar que es un problema estético, pero no de salud. 

En caso de secreción excesiva de grasa, picor u otros síntomas añadidos, será el pediatra quien decida el tratamiento a seguir. 

En el glosario de maternidad de Suavinex te ofrecemos definiciones y explicaciones para muchos de los términos más comunes que te encontrarás durante el embarazo, el parto y la crianza. El saber aporta tranquilidad así que no te lo pienses y consulta todas tus dudas en nuestro glosario.  

Y tu bebé, ¿ha tenido costra láctea?, ¿durante cuánto tiempo la tuvo?, ¿cómo conseguiste eliminarla? 

Fuentes: 

Costra láctea: MedlinePlus enciclopedia médica 

Costra láctea: causas y síntomas | Redacción Médica (redaccionmedica.com)