Decálogo de Madres Suavinex: ¡rebaja tus expectativas! No esperes “poder con todo”
Por Leticia B. Día, autora de Esto no es como me lo contaron
Desde el mismo día en que la prueba de embarazo te da el positivo empiezas a imaginar cómo será tu futuro como madre… y aún tienes unos cuantos meses por delante para poder seguir dándole vueltas a ese mismo tema. Poco a poco, basándote en las experiencias de tus amigas o familiares, de tus conocidas, incluso en aquella imagen de la maternidad que presentan los anuncios de puericultura, te vas formando una idea de lo que deberías poder hacer cuando el bebé nazca y. Casi sin darte cuenta, lo asientas en tu ser como dogma de fe. Sabes perfectamente cómo le vas a alimentar, cuándo, cómo vas a vestirle y a transportarle. Pero quizá se te está olvidando lo más importante: es una pequeña persona, no un robot.
Y llega el vendaval de la maternidad
Un buen día la maternidad entra en tu vida como un vendaval. Quizá tu bebé sea un bebé tranquilo y te de tiempo a poder hacer todas aquellas cosas que habías planeado. Pero, amiga mía eso no es lo que les ocurre a la mayor parte de las mamás que conozco; eso no es lo que me pasó a mí. Raro fue el día en que conseguí vestirme antes de las 14:00 h. para salir a pasear como pensaba hacer. Así que tuve que obviar muchas mañanas de paseo. Difícil fue en muchos otros hacer la comida con tranquilidad, casi todas las veces tuve que prepararla a la carrera. Ahora, cuando miro hacia atrás, me apena no haber disfrutado de lo que estaba viviendo tal como debía haberlo hecho porque siempre pensaba “no me ha dado tiempo a…”
Así que desde estas líneas te pido, por favor, ¡rebaja tus expectativas! No eres una súper-mujer con súper-poderes que tenga que tener la casa perfecta para las visitas, la comida lista a la hora y el bebé perfectamente tranquilo y dormido en el moisés sin apenas molestar. Es posible que no duermas mucho y que estés cansada, que las pelusas decidan hacerse dueñas de tus pavimentos y que pase mucho tiempo antes de que tengas un rato para depilarte. Pero tu bebé y tú no volveréis a vivir vuestros primeros meses juntos. Relájate. Disfruta sin presión de cada segundo porque, no lo olvides, ambos estáis aprendiendo: él a vivir la vida y tú a ser mamá.
Decálogo de madres Suavinex
Publicado el 07 Jul, 2015