Desgarros vaginales o perineales en el parto
Actualmente, uno de los principales miedos que tienen las mujeres respecto al parto natural, más allá del posible dolor, son los desgarros vaginales o perineales. Hace unos años este era un tema del que apenas se hablaba y muchas mujeres se sorprendían cuando descubrían que, no solo les había sucedido a muchas otras personas, sino que es extremadamente habitual sufrir algún tipo de desgarro vaginal o perineal durante el parto.
Queremos hablarte de los desgarros, los tipos que hay, cómo tratarlos y cómo prevenirlos para que puedas tomar todas tus decisiones acerca de tu embarazo y del tipo de parto que quieres, teniendo toda la información que necesitas.
Contenidos
- 1 ¿Qué son los desgarros vaginales y por qué se produce durante el parto?
- 2 ¿Cuáles son los tipos de desgarros en el parto?
- 3 ¿Cómo saber qué tipo de desgarro perineal tengo?
- 4 ¿Qué es mejor un desgarro o una episiotomía?
- 5 ¿Cómo se trata un desgarro vaginal?
- 6 ¿Cómo puedo prevenir los desgarros vaginales y perineales en el parto?
¿Qué son los desgarros vaginales y por qué se produce durante el parto?
Se habla de sufrir un desgarro o laceración vaginal o perineal durante el parto cuando, al salir la cabeza del bebé no hay suficiente espacio y algunos de los tejidos vaginales se desgarran. Hay dos razones principales por las que esto sucede: O bien la cabeza del bebé es demasiado grande o la dilatación y flexibilidad de la vagina son insuficientes para permitir el paso de la cabeza.
¿Cuáles son los tipos de desgarros en el parto?
Los desgarros vaginales pueden tener distintas gravedades dependiendo de cada situación y de la estructura que se haya visto dañada:
- Desgarro de 1er grado: Se trata de un desgarro leve en la piel del perineo. Es el más común, hasta el punto de que un 80% de mujeres aseguran haber sufrido uno.
- Desgarro de 2do grado: Además de la piel, los músculos perineales subyacentes también se rompen. Este es el segundo caso más habitual. Para ello, nuestro aceite masaje perineal 30ml
- Desgarro de 3er grado: En este caso, la laceración llega hasta esfínteres anales, los músculos que rodean el ano. Tanto la piel como los músculos se ven dañados.
- Desgarro de 4to grado: Consistiría en un desgarro de piel y músculos que llega hasta el ano y/o el recto. Es el caso más raro de todos.
- Episiotomía: No se trata de un desagarro natural sino que es el médico quien decide hacer un corte con un bisturí para facilitar el paso de la cabeza del bebé. Esta intervención era muy frecuente hace unas décadas y se realizaba muchas veces sin siquiera consultar a la madre. En la actualidad, esto está desaconsejado por el protocolo europeo porque tiene muchos efectos secundarios negativos para las madres.
Los desgarros de 3er y 4to grado constituyen menos de un 5% de los casos de laceraciones espontáneas durante el parto así que no debe preocuparte en exceso tener este problema.
Otros desgarros menos frecuentes pueden suceder en la zona de los labios mayores y menores, en el área de la uretra o incluso en el clítoris. Sufrir algunos desgarros exclusivamente en la vagina también puede suceder.
¿Cómo saber qué tipo de desgarro perineal tengo?
Después del parto, el ginecólogo o ginecóloga hará un examen completo para analizar las posibles heridas que se hayan producido durante el trabajo de parto y te informará de la gravedad de las heridas y de las opciones de tratamiento si es necesario.
¿Qué es mejor un desgarro o una episiotomía?
Es un error pensar que porque la episiotomía está hecha a propósito, con un corte limpio, es más segura o va a sanar mejor. Una de las razones por las que las episiotomías no están recomendadas desde hace años, es que no previenen los desgarros espontáneos graves e incluso pueden llegar a facilitarlos en algunos casos. La recuperación es lenta, incómoda y requiere puntos de sutura en todos los casos. Muchas veces quedan molestias o dolor crónico al tener relaciones sexuales, orinar o defecar.
En resumen, es mejor arriesgarse a sufrir un pequeño desgarro de 1er o 2do grado de forma natural, que recurrir directamente a una episiotomía, especialmente si no hay riesgo para el feto o bebé.
¿Cómo se trata un desgarro vaginal?
Muchas de las laceraciones que suceden durante el parto son leves y superficiales. Aunque molestas o dolorosas, si no hay un sangrado grave no es necesario realizar puntos de sutura. En el caso de que sean de segundo grado, se trata de que los puntos sean pequeños y de que se disuelvan por sí solos con el paso de los días. También es posible que se emplee algún pegamento de tipo quirúrgico. En la mayoría de los casos, los desgarros se podrán reparar en la misma sala de parto antes de devolver a la madre a la habitación.
Los desgarros vaginales en el parto de tercer y cuarto grado requieren una intervención quirúrgica más compleja por lo que no se realizan en la misma sala. Los puntos de sutura son necesarios en la inmensa mayoría de los casos y hay más riesgo de complicaciones como dolor, infecciones, reapertura de la herida y problemas para controlar las funciones intestinales.
¿Cómo puedo prevenir los desgarros vaginales y perineales en el parto?
Lamentablemente, no hay ninguna forma de garantizar al 100% que no se producirá un desgarro. No importa si eliges un parto en casa o un parto en el hospital, un parto en el agua, un parto vertical o en cuclillas… Hay demasiados factores que influyen en esto y muchos están fuera del control tanto de la madre como de los médicos que la atiendan durante el trabajo de parto. El único parto que garantiza que no habrá desgarros vaginales es la cesárea y esta tiene sus propios inconvenientes y efectos secundarios.
Sin embargo, hay algunas recomendaciones que se pueden seguir para reducir de forma significativa la posibilidad de sufrir una laceración:
- Masaje perineal: El objetivo es fortalecer e hidratar la zona del perineo para mejorar su flexibilidad a la hora del parto. Puedes realizar los masajes perineales con nuestro aceite masaje perineal que te ayudará a que tu piel gane flexibilidad y elasticidad preparándola para el momento del parto, lo mejor es que la tienes disponibles en nuestra canastilla regalo Cuidados para mamá, especial pre-embarazo con gel íntimo y crema antiestrías.
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- Posición vertical: Es la posición más natural para dar a la luz. Favorece la apertura del canal de parto y los músculos están menos tensos. Además la gravedad acelera el trabajo de parto. No es una garantía pero disminuye la posibilidad de sufrir los desgarros.
- Calor en el perineo: Aplicar calor con un paño húmedo caliente en la zona del perineo puede ayudar a relajar los músculos y favorecer su flexibilidad.
- Preparación para pujar: Se recomienda que durante la etapa del expulsivo, el método de pujar sea más controlado, lento y suave, permitiendo que los tejidos de la zona se vayan estirando poco a poco, en lugar de pretender expulsar al bebé cuánto antes.
¿Has sufrido un desgarro vaginal en tu parto? ¿Cuáles fueron las consecuencias y cómo lo trataste? Queremos conocer tu historia, así que no dudes en dejarnos un comentario.
Fuentes:
Desgarros Durante el Parto Vaginal: Lo Que Necesitas Saber – Female Health
Desgarros vaginales durante el parto – Mayo Clinic
Trabajo de parto y parto, cuidado de posparto – Mayo Clinic
Mito: Un corte perfecto y limpio es mejor que un desgarre – Monitos
Publicado el 27 Abr, 2023