Fimosis en el niño, cinco consejos que como padres debéis saber
Si has tenido un niño puede que hayas comenzado a preocuparte por una posible fimosis en su pene. Quizás alguna amistad o incluso profesional sanitario te haya hablado del tema. Lo primero que queremos deciros, mamá y papá, es que debéis estar tranquilos. Todos los bebés al nacer presentar adherencias en el pene. Sirven como protección para evitar irritaciones por el pipi o la caca. Al principio la retracción de la piel del glande es casi imposible por este motivo, pero eso no es fimosis ni significa que tu hijo en un futuro pueda padecerlo.
Cinco consejos para estar preparados
- No se debe comenzar a bajar la piel de prepucio del bebé en sus primeros meses; con la higiene del baño será más que suficiente.
- A medida que tu bebé crece verás que él se toca, estira o manipula el pene cuando le cambies o le bañes. Es algo totalmente natural y eso, aunque parezca increíble, contribuirá a una mejor elasticidad.
- Manipular esta delicada zona puede producir heridas internas y cicatrizaciones que resulten dolorosas cuando el bebé orine.
- Las adherencias van evolucionando a medida que el bebé crece. Sólo hay que vigilar que no haya malformaciones o posibles infecciones.
- Las intervenciones de fimosis se han retrasado hasta los 8-9 años pues se ha comprobado que dejando evolucionar y utilizando otros métodos menos invasivos (cremas con corticoides) el porcentaje de operaciones se reduce considerablemente.
Así que no os preocupéis y valorad adecuadamente toda la información que recibáis sobre este tema, que será mucha.
Publicado el 24 Ago, 2016