Ventajas del gateo del bebé

Si tu bebé ha superado ya el medio año, es probable que empiece la etapa de gateo dentro de poco. La mayoría aprenden esta técnica entre los 7 y los 10 meses de edad, cuando su musculatura está lo suficientemente desarrollada como para mantener la cabeza erguida y tratar de desplazarse por sí mismos.

Poco a poco, conseguirá perfeccionar sus intentos por impulsarse hasta lograr lo que conocemos como gateo cruzado. Cuando alcancen este grado, en el que logran mover mano y pierna opuestas a la vez, estarán listos para gatear y empezar a conocer mundo. Su mundo.

Beneficios del gateo

El gateo es importante para los pequeños por muchos motivos y, aunque cada vez son más los bebés que se saltan esta fase y comienzan a caminar directamente, lo más importante es que puedan desplazarse libremente. Algunos de los principales beneficios de este tipo de movimiento son:

• Se tonifican los músculos de todo el cuerpo. Especialmente importante es el desarrollo de aquellos responsables de afianzar la posición de la columna. Son los que luego permitirán que se mantenga erguido al caminar
• Estimula el sentido del tacto, desarrollándolo especialmente en la palma de la mano. Esto les ayudará a distinguir texturas y sensaciones, desarrollando además su motricidad específica.
• Mejora la percepción visual. El movimiento y los constantes estímulos que recibirá en su gateo ayudan a aumentar la capacidad de enfocar con ambos ojos y a distintas distancias.
• En relación a los dos puntos anteriores, el pequeño mejorará su capacidad para medir las distancias y los espacios en relación a su propia capacidad de alcanzarlos y ocuparlos. En este sentido, el bebé también logrará conocerse a sí mismo, midiendo las propias capacidades de su cuerpo.
• Mejora del autoestima y la seguridad en sí mismo. La autonomía del movimiento le permitirá tomar sus propias decisiones y afrontar sus primeros retos. Acertar en las primeras y superar los segundos le otorgará confianza.

Como ves, son muchas las ventajas que el gateo ofrece a los niños. Anímale a hacerlo incentivándole y ayudándole a desarrollar los músculos necesarios. Eso sí, ¡asegúrate de que tu casa no es peligrosa para ellos!