Hiperémesis gravídica: cuáles son sus síntomas
Las náuseas en el embarazo no son inusuales. De hecho, son tan comunes que suelen interpretarse como una señal de que, efectivamente, se ha producido un embarazo y deberías hacerte una prueba si aún tienes dudas. Además, hay muchos consejos para combatir las náuseas del embarazo que puedes seguir y que te serán muy útiles.
Sin embargo, si se alargan en el tiempo y el vómito empieza a ser intenso, ya no es tan normal y podría ser señal de hiperémesis gravídica.
Pero ¿qué es y qué debes hacer si sospechas que la tienes? Te lo contamos todo a continuación.
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Qué es la hiperémesis gravídica
Se da cuando una mujer embarazada sufre náuseas y vómitos intensos constantes, más allá de las matutinas.
Es mucho más peligroso que los vómitos del embarazo, porque una mujer que sufre hiperémesis gravídica está en riesgo de perder más peso de lo recomendable, de sufrir deshidratación e incluso desequilibrios electrolíticos.
Por lo general, las mamás primerizas son las que tienen mayor riesgo de sufrir esta enfermedad. Sin embargo, el hecho de haberla pasado en embarazos previos te hace susceptible de sufrirla de nuevo. La probabilidad de sufrir hiperémesis gravídica, es superior cuando se trata de un embarazo múltiple o si tiene una mola hidatiforme. También es más común si la futura mamá tiene tendencia a sufrir mareos.
La hiperémesis gravídica también es mucho más común en el primer trimestre de embarazo y tiende a suavizarse conforme se avanza hacia el segundo trimestre de embarazo. No obstante, puede ser un problema grave si persiste.
Cuáles son los síntomas de hiperémesis gravídica
Los principales son las náuseas persistentes y vomitar varias veces al día mientras se está embarazada.
Sin embargo, debido a lo comunes que son las náuseas matutinas, hay que prestar atención a otros síntomas:
- Las ganas de vomitar no desaparecen en todo el día y son tan intensas que te impiden comer y/o beber.
- Los vómitos son frecuentes, no solo durante la mañana y eres incapaz de digerir alimentos sólidos o bebidas.
- El vómito tiene una tonalidad marrón o detectas trazas de sangre.
- Empiezas a notar pérdida de peso.
- Sientes que sufres desmayos, que pierdes el equilibrio y te mareas con facilidad.
- Sientes menos ganas de
- Empiezas a sufrir muchos dolores de cabeza.
- Notas que el corazón te late más deprisa de lo habitual.
- Te sientes fatigada constantemente hasta el punto de no poder hacer tareas básicas.
- Percibes un sabor afrutado en la boca a pesar de no poder comer.
- Sientes que tu olor corporal es desagradable.
- Te sientes confusa y distraída en ocasiones.
La hiperémesis gravídica puede convertirse en un problema grave tanto para la madre como para el bebé por los efectos que tiene, ya que causa perdidas de peso peligrosas, hay riesgo de deshidratación y malnutrición, así como de cetosis y algunas mujeres sufren también anomalías electrolíticas. Todo ello afecta al desarrollo del bebé y a la salud de la madre.
Causas de la hiperémesis gravídica
Aunque no se conocen las causas exactas por las que el embarazo produce estas náuseas matutinas, los expertos sospechan que pueden estar relacionadas con el rápido aumento de la hormona GCH (gonadotropina coriónica humana).
La teoría es que es este mismo crecimiento de la hormona GCH, que libera la placenta, lo que causa la hiperémesis gravídica, pero se desconoce por qué algunas mujeres se ven más afectadas que otras.
Tratamiento de hiperémesis gravídica
Si sospechas que estás sufriendo hiperémesis gravídica, es importante que acudas a tu médico para que te pueda recetar el tratamiento más adecuado dependiendo de la gravedad de tu estado.
- Los tratamientos más comunes suelen empezar por un ayuno temporal. Poco a poco y siguiendo las indicaciones del médico, se recuperaría la ingesta primero de líquidos y más delante de alimentos sólidos, siempre de forma gradual y controlada.
- El médico puede recomendar también suplementos de electrolitos, multivitaminas y tiamina, dependiendo de la gravedad del caso.
- En los casos más necesarios, también se puede optar por recomendar un tratamiento con antieméticos.
El objetivo más urgente suele ser evitar o solucionar la deshidratación. Si la madre no es capaz de retener los líquidos, puede ser necesaria la terapia intravenosa y, por lo tanto, el tratamiento en un hospital.
En casos muy raros, puede ser necesario recurrir al uso de corticosteroides, si la mamá no mejora después de todos los tratamientos anteriores.
En casos extremos (si todas las vías de tratamiento fallan y la mamá no mejora) podría hacerse necesaria la terminación del embarazo para garantizar la salud de la madre.
La hiperémesis gravídica no es una enfermedad común y no es necesario que te preocupes demasiado por ella. Aunque es cierto que hay que estar ojo avizor a los posibles síntomas, los casos verdaderamente graves que requieren hospitalización, son muy escasos.
Fuentes:
Hiperémesis gravídica – Medline Plus
Hiperémesis gravídica – MSD Manuals
Náuseas del embarazo de carácter grave (hiperémesis gravídica) – Kids Health
Publicado el 17 Mar, 2022