Insomnio en el embarazo: todo lo que debes saber

Si estás embarazada, seguro que has oído la famosa frase “duerme ahora que puedes, que luego ya verás”. Es una clara referencia a la falta de sueño que viven madres y padres después de tener a sus bebés. Y es que, las tomas nocturnas, tan necesarias para su crecimiento, hacen que, sobre todo ellas (si han decidido amamantar a sus bebés), vayan tan muertos de sueño por la vida que para definirles se acuñó el término “mombie”, mezcla de mom (madre en inglés) y zombie. Pero esta frase, encierra una trampa, porque obvia el tan común insomnio en el embarazo o los problemas para conciliar el sueño. Te contamos cuáles son sus características y te dejamos algunos trucos para intentar paliarlo.

¿Qué es el insomnio en el embarazo?

Muchas veces, se dice que se tiene insomnio cuando se duerme mal, aunque la realidad es otra. Según la Clasificación Internacional de Trastornos del Sueño:

“Por insomnio se entiende la presencia de forma persistente de dificultad para la conciliación o el mantenimiento del sueño, despertar precoz), o un sueño poco reparador, a pesar de disponer de condiciones adecuadas para el sueño; además, para el diagnóstico de insomnio, es necesario que tales dificultades produzcan en el paciente al menos una de las siguientes molestias diurnas: fatiga o sensación de malestar general, dificultad para la atención, concentración o memoria, cambios en el rendimiento socio-laboral (o escolar, en el caso de los niños), alteraciones del ánimo o del carácter, somnolencia, disminución de la energía, motivación o iniciativa, propensión a cometer errores en el trabajo o en la conducción de vehículos, síntomas somáticos como tensión muscular o cefalea, y preocupaciones, obsesiones o miedos en relación con el sueño”.

Así que, para poder hablar de insomnio, tiene que los problemas tienen que ser habituales y tienen que tener una correlación a lo largo del día. Cuando esta situación se relaciona de forma directa con el estado de buena esperanza, se habla de insomnio en el embarazo.

¿Por qué se produce el insomnio en el embarazo?

El embarazo es un estado muy especial en la vida de la mujer. No se trata de un estado patológico, pero conlleva aparejados cambios que, en algunos casos, están relacionados con el insomnio en el embarazo, que suele darse, sobre todo, en el tercer trimestre. Estas son algunas de las causas:

• Dolores de espalda. Llega un momento en que es muy difícil encontrar una postura en la que la mujer embarazada se encuentre cómoda mientras duerme. Según crece, la barriga “molesta” para el descanso.
• Las frecuentes ganas de orinar, tan propias del embarazo, también suelen provocar insomnio en el embarazo. Esto viene provocado por dos factores: un aumento del flujo renal que aumenta la producción de orina y la presión de la vejiga provocada por el aumento del útero.
• El síndrome de piernas inquietas, que es una necesidad inevitable de mover las piernas cuando se está en reposo.
• Reflujo o acidez, que es otra de esas molestias típicas del embarazo. Se produce por un mal funcionamiento del cardias, la válvula que conecta el estómago y el esófago, de forma que el contenido del estómago vuelve hacia arriba.
• Los propios movimientos fetales, que hacia el final del embarazo, cuando el bebé ya no tiene espacio en la tripa para moverse, pueden resultar bastante molestos.
• Molestias musculares, por todos los cambios que comentábamos antes.
• Las contracciones de Braxton Hicks, que son las que preparan el útero para el parto.

¿Cómo aliviar el insomnio del embarazo?

Una buena idea para aliviar el insomnio del embarazo es mantener una buena higiene del sueño. Ya sabes, aquello de acostarte más o menos a la misma hora y levantarte a la misma hora. Además puedes poner en práctica estas otras estrategias:

• Ejercicios de relajación, meditación o mindfulness.
• Descansar sobre el lado izquierdo, para evitar la presión sobre la vena cava.
• Colocar una almohada o cojín de lactancia entre las rodillas.
• Evitar las pantallas (ordenador, móvil, etc.) una hora y media o dos horas antes de dormir.
• Si no consigues dormir, no te preocupes por ello, ya que hacerlo solo agravará el insomnio. Levántate de la cama y haz algo relajante, puedes probar a leer un libro. Cuando vuelva a entrarte sueño, regresa a la cama.

En cualquier caso, si el insomnio se prolonga o notas algunos síntomas como dolores de cabeza, algún cambio en la visión o dificultad para respirar, acude a tu médico para que los valore.

¿Conocías el insomnio en el embarazo? ¿Lo has padecido?