De madre novata a madre de dos: ¿La experiencia es un grado?
Por Ser Madre, ¡toda una aventura!
Una de las cosas más maravillosas que me está aportando esta segunda maternidad es el disfrute al cien por cien de mi pequeñita. Ando todo el día embobada con ella, embelesada con su mirada e hipnotizada con su sonrisa. Fascinada, feliz y tremendamente enamorada. Esta es la mejor descripción que puedo hacer de mí misma en este momento.
Dicen que los sentimientos que tenemos todas las madres con nuestros bebés se multiplican por mil con los segundos hijos. En mi caso está sucediendo así y la razón es muy sencilla: la experiencia que tenemos nos permite estar más relajadas y disfrutar al máximo de todos los momentos sin centrarnos tanto en las preocupaciones.
Estos primeros meses de mi niña los estoy viviendo con una intensidad indescriptible y es que quiero guardar en mi retina cada segundo que pasamos juntas. Tanto los momentos buenos como los no tan buenos sé que pasarán rápido y por ello pretendo vivirlos al máximo y sacar el lado positivo de todo.
Cuando pienso en los primeros meses de mi hijo mayor me invade una cierta melancolía porque no los recuerdo con nitidez. Los viví más preocupada por lo cólicos, las noches en vela o la alimentación que pendiente de disfrutar de él y de las cosas hermosas de la maternidad. Además, siento que durante su etapa de bebé estuve tremendamente influenciada por comentarios y consejos de mi entorno, dando la espalda a mi instinto de madre y pensando que si hacía caso a mi corazón estaría metiendo la pata en su crianza. Frases como “no le cojas en brazos que se va a mal acostumbrar”, “déjale llorar un ratito que no va a pasarle nada”, “no le metas en tu cama que luego no vas a lograr sacarle”, “haz las cosas así o asao”… me acompañaron durante meses. Y cuando por fin decidí actuar acorde a lo que sentía me costó tiempo desprenderme de los dilemas mentales que me ocasionaba ir en contra de las opiniones de quienes me rodeaban.
Aquella experiencia me hizo madurar y ahora, con mi chiquitina, estoy viviendo una maternidad diferente, más intensa, más emocionante… ¡más mía! Soy más madura y sabia que hace cuatro años y tengo muy claro lo que quiero y hacia donde quiero ir. Los comentarios que antaño me hacían tambalear ahora me causan risa y las preocupaciones que cegaban mis días de madre primeriza han pasado a un segundo plano.
Soy tan consciente de lo efímeras que resultan ciertas etapas que no me atrevo ni a pestañear para no perdérmelas. Mis días como madre de dos están repletos de sonrisas, balbuceos, miradas cargadas de amor y ternura a raudales. ¿Y ojeras?… ¡De esas también hay, pero ahora están maquilladas con el brillo infinito de la felicidad y la serenidad que sólo la experiencia es capaz de aportar! Por cierto, Recuerda que si necesitas un regalo para bebé, en Suavinex encontrarás una sección de canastilla bebé llena de regalos perfectos para el recién nacido.
Publicado el 14 Abr, 2014