Otitis en verano, una enfermedad muy frecuente en niños. ¿Cómo prevenirla?
Durante el verano los chapuzones de los más pequeños están a la orden del día, playas y piscinas se llenan de niños pero a veces podemos encontrar una incómoda, aunque no grave complicación: la otitis. La más frecuente es la otitis externa o también llamada otitis del nadador, una infección más frecuente en menores de seis años producida por la inflamación de la parte más externa del oído. Los síntomas más habituales son dolor agudo y, en algunos casos, supuración. Si tu hij@ se queja del oído acude lo antes posible al pediatra para poder tratarlo y evitar males mayores.
¿Se puede prevenir la otitis en los niños?
- Mantener secos los oídos después de cada baño en la piscina, en la playa, o ya en casa. Esta medida preventiva será la más eficaz y sencilla para evitar un mal final del verano.
- No utilizar bastoncillos ni algodones en ningún caso. La Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconseja el uso de bastoncillos para limpiar o secar los oídos, debido a los elevados riesgos que conllevan. Si crees que tu hij@ pueda tener cera, acude a su pediatra. El oído, además, no se secará mejor gracias al algodón, lo mejor es usar una toalla o un paño seco para retirar el exceso de humedad de la zona externa.
- No dejes que se bañen en aguas de dudosa higiene. El riesgo de infección es aún mayor para niños y mayores.
- Si ha padecido con anterioridad otitis puedes utilizar tapones durante el baño o cintas de neopreno que aíslan ligeramente. Estas sencillas medidas ayudarán a que el agua no esté en contacto directo con el oído. Algunos peques pueden ser más propensos a este tipo de infecciones. Consulta con tu pediatra o tu farmacéutico el tipo de tapones más adecuado según su edad.
Con estas sencillas medidas conseguiremos tener un final de verano tranquilo y sin complicaciones. ¡A disfrutar de los últimos baños!
Publicado el 23 Ago, 2016