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Parto postérmino. Qué es y por qué puede suceder

qué es el parto postermino

El parto postérmino es uno de los tipos de parto que puede generar preocupación en muchas mujeres embarazadas y sus familias. Aunque la duración habitual de la gestación se sitúa entre las 37 y 42 semanas, en algunos casos, el parto se retrasa más allá de este período. ¿Qué es el parto postérmino y cuáles son las razones que pueden llevar a esta condición? Te lo contamos. 

¿Qué es el parto postérmino? 

El parto postérmino es el opuesto al parto prematuro y se define como aquel que ocurre después de la semana 42 de gestación. Mientras que el embarazo a término se considera entre las semanas 37 y 42, cuando el nacimiento se produce más allá de este tiempo, se clasifica como postérmino. Esta situación puede aumentar ciertos riesgos tanto para la madre como para el bebé, por lo que es fundamental un seguimiento médico adecuado

El diagnóstico de un embarazo postérmino se basa en el cálculo de la fecha probable de parto (FPP), que generalmente se establece sumando 280 días (40 semanas) al primer día de la última menstruación. Sin embargo, algunos factores pueden hacer que la FPP no sea del todo precisa, como ciclos menstruales irregulares o errores en la estimación del tamaño del feto por semanas

Un embarazo postérmino requiere un monitoreo constante para asegurarse de que el bebé sigue recibiendo oxígeno y nutrientes suficientes a través de la placenta. En algunos casos, los médicos pueden recomendar pruebas como ecografías y monitoreos fetales para evaluar el bienestar del bebé y determinar si es necesario inducir el parto

¿Por qué sucede el parto postérmino? 

Aunque no siempre es posible determinar una causa específica, existen varias razones médicas y biológicas que pueden explicar por qué sucede un parto postérmino. Las más habituales son: 

  1. Maduración placentaria retardada: La placenta juega un papel crucial en el desarrollo fetal y en el inicio del parto. En algunos casos, su envejecimiento se retrasa, lo que puede prolongar el embarazo. 
  1. Deficiencia en la producción de prostaglandinas: Estas sustancias químicas son esenciales para la maduración cervical y el inicio de las contracciones. Una baja producción puede retrasar el parto. 
  1. Falta de respuesta a la oxitocina: La oxitocina es una de las principales hormonas del parto puesto que es la responsable de desencadenar las contracciones uterinas. Si el útero no responde adecuadamente a esta hormona, el trabajo de parto puede demorarse. 
  1. Factores psicológicos: El estrés en el embarazo, la ansiedad en el embarazo y el miedo al parto pueden influir en la producción hormonal y en la preparación del cuerpo para el nacimiento. 
  1. Malformaciones fetales: En algunos casos poco frecuentes, anomalías en el desarrollo del bebé pueden retrasar el inicio del parto. 
  1. Peso fetal elevado: Si el bebé es más grande de lo habitual, el trabajo de parto puede iniciarse más tarde o necesitar una inducción médica. 
  1. Insuficiente maduración pulmonar fetal: Algunos bebés tardan más en desarrollar completamente sus pulmones, lo que puede retrasar el inicio del parto de forma natural. 

Métodos de inducción del parto postérmino 

El parto postérmino puede ser un parto natural, pero cuando el embarazo se prolonga más allá de la semana 42, los médicos pueden optar por recurrir al parto provocado o inducido. 

  • Administración de prostaglandinas para madurar el cuello uterino y estimular el inicio de las contracciones. 
  • Ruptura artificial de membranas para liberar prostaglandinas naturales y promover el inicio del trabajo de parto. 
  • Administración de oxitocina para desencadenar y regular las contracciones uterinas. 
  • Métodos naturales, como la estimulación de los pezones, la actividad física leve y ciertos ejercicios que pueden favorecer el inicio del parto. 

Es importante recalcar que un parto postérmino inducido no es necesariamente un parto de urgencia aunque sí podría darse el caso. 

¿Cómo afecta el parto postérmino al postparto? 

El parto postérmino puede tener algunas complicaciones en el postparto y generar problemas en la recuperación postparto, tanto para la madre como para el bebé. Algunas de estas complicaciones más comunes son: 

  • Posible incremento de cesáreas y sus consecuencias: Los partos postérmino tienen una mayor probabilidad de terminar en cesárea, lo que implica una recuperación más lenta, más dolor y mayor riesgo de infecciones. 
  • Fatiga y estrés emocional: El hecho de que el parto se haya retrasado más de lo esperado puede generar ansiedad en la madre, lo que, sumado a un posible parto complicado, puede afectar su estado emocional en el posparto. 
  • Riesgo de hipoglucemia neonatal y cuidados especiales: Los bebés nacidos después de la semana 42 tienen más riesgo de hipoglucemia y otras complicaciones, lo que puede requerir una mayor vigilancia médica tras el nacimiento, alargando la estancia hospitalaria y afectando la dinámica inicial de la madre y el bebé. 

El parto postérmino es una condición que, aunque relativamente poco frecuente, requiere un monitoreo médico constante para garantizar el bienestar tanto de la madre como del bebé. Identificar sus causas y riesgos permite tomar decisiones informadas sobre la mejor manera de proceder en cada caso. Aunque un embarazo prolongado puede generar preocupación, con la atención médica adecuada y un plan de acción oportuno, es posible llevar el proceso con tranquilidad y seguridad. 

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Fuentes: 

Post-Term Pregnancy – Stanford Medicine Children’s Health 

Recién nacidos postérmino – Salud infantil – Manual MSD versión para público general 

Parto postérmino en el recién nacido 

Publicado el 24 Mar, 2025

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