Cosas de primeriza que no repetirás con tu segundo hijo
Preparar la llegada del primer hijo puede llegar a ser un verdadero tsunami en vuestras vidas. Entre el síndrome del nido, la inexperiencia y lo protectoras que nos volvemos. No sólo eso, sino que tendemos a tener ciertos comportamientos que si tenemos la oportunidad de tener un segundo hijo cambiarán y mucho.
Cosas de primeriza
- Se acabó hacer un ajuar interminable. Ahora sabemos que si compramos mucha ropa, se le quedará pequeña a la primera semana. Mejor comprar en tallas más grandes o ir comprando según vaya creciendo.
- No pasa nada por no estrenar. Con el primer hijo nos hace ilusión que todo sea nuevo, pero con el segundo o sucesivos nos volvemos muy prácticas. Heredará muchas cositas del hermano mayor, o de amigos o familiares.
- Nada de mil artículos. Que si cuna, minicuna, hamaca, parque,….. muchas cosas que en ocasiones no utilizas. Al principio creemos que utilizaremos todo pero será tu bebé quien decida y al final son muy prácticos ;)
- Se acabó el preocuparte de que llegue a los hitos marcados por edades. Bastante tendrás con vigilar que el hermano mayor no le arrastre a compartir juegos. Y será él, su hermano o hermana, quien mejor sepa estimularle.
- Ya no te sentirás culpable por no jugar, estimularle, enseñarle los colores o bajarle al parque para que esté con otros niños a diario. Aprenderá a base de jugar más tiempo solo y de ver a hermanos mayores. Somos multitarea, pero no tanto.
- ¿Se ha dado un golpe? “Nada cariño, esto no es nada, a seguir jugando”, esa será tu frase en contraste con el dramón que hiciste aquella vez con tu peque mayor. Dejamos de ser tan protectoras, ¡es un hecho!
- ¿Recuerdas aquellos baños relajantes que dabas a tu primer bebé? Y luego venía un rico masaje y mimos y ….. Con dos olvídate, todo mucho más rápido y en cuanto se pueda sentar solito a la bañera con el hermano, todos juntos y así es más rápido.
- ¿Baños diarios? Habrá días muy complicados, no pasará nada si te saltas alguna que otra tarde.
- Esterilizar y lavar todo para que quede impoluto. Ni tiempo ni ganas te quedarán cuando te conviertes en bimadre. Ni hablamos si hay un tercero.
- Cuando llega el primer bebé no deseas que nadie lo coja o lo toque. Nos volvemos muy protectoras. Pero con el segundo retoño cualquier brazo que se ofrezca bienvenido será porque te permitirá seguir tachando cosas de tu lista de tareas del día, o podrás hacer caso al mayor o incluso darte una ducha calentita.
Todas hemos sido novatas y no es pecado, pero en maternidad como en tantas otras cosas, ¡la experiencia es un grado! Cuéntanos qué cosas hiciste tú con el primero que no has repetido con el segundo :)
Publicado el 04 Jul, 2016