¿Qué es la disciplina positiva? Tips de cómo educar en positivo
Tener un hijo o hija no implica, ni mucho menos, que solo haya que cuidar su salud física. En realidad, el mayor reto consiste en criar a nuestros peques para se conviertan en personas buenas, consideradas, resolutivas y capaces. Hoy en día existen diferentes métodos de crianza -como el Método Montessori basado en el respeto a la individualidad del niño-.
Sin duda, la educación de los hijos es una de las principales preocupaciones de la mayoría de los papás y mamás. Surgen un montón de dudas acerca de los castigos por malos comportamientos, la indulgencia, etc. ¿Cuándo estás malcriando a tu peque y cuándo te estás pasando de estricto? A veces las líneas no están tan claras.
Con el objetivo de ayudar a resolver estas dudas y criar niños y niñas con una buena salud mental, surge la disciplina positiva.
Si quieres saberlo todo sobre la disciplina positiva y como puede ayudarte a criar a tu bebé, no dudes en seguir leyendo.
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¿Qué es la disciplina positiva?
Se conoce como disciplina positiva a una corriente educativa que se basa en inculcar empatía, entendimiento y respeto tanto en progenitores y educadores como en los niños y niñas.
Aunque es posible que sea la primera vez que oyes hablar de disciplina positiva, las bases de este modelos educativo surgieron hace 100 años, por parte del psiquiatra Alfred Adler y en los años 80 la psicóloga Jane Nelsen creó, junto con algunos colaboradores, el primer manual de Disciplina Positiva.
El objetivo de la disciplina positiva es que los adultos responsables de la crianza de los niños tengan las herramientas necesarias para educar a sus pequeños sin necesidad de aplicar castigos ni gritos, ni siquiera cuando el comportamiento de los hijos no ha sido el adecuado, entendiendo los motivos y razones que han llevado a dicho comportamiento.
La disciplina positiva se aleja tanto de la permisividad como del control, empleando la colaboración y el respeto mutuo como base de una buena educación y adquisición de competencias básicas.
Ejemplos de disciplina positiva
A la hora del baño del bebé
- Situación convencional: En un día cualquiera, le anuncias a tu hijo o hija que ha llegado la hora de meterse a la bañera. Si está haciendo otra cosa, probablemente su reacción sea negativa y no quiera hacerte caso. Si tu respuesta es obligarle sin explicaciones, tendréis un conflicto y tu peque sólo entenderá que sus emociones y preferencias no tienen cabida en la dinámica.
- Situación Disciplina Positiva: Idealmente, avisarías a tu peque con mucho tiempo de que en tal momento le va a tocar bañarse. Así ya está avisado y puedes ir recordándoselo. Si se resiste y te pone excusas, empatiza con ellas. “Estoy cansado, tengo hambre”, “Sí, yo también. Vamos a hacerlo rápido y así cenamos y nos vamos a dormir antes”.
A la hora de comer
- Situación convencional: Le pones a tu hijo o hija un plato de vajilla infantil con algo que no le gusta demasiado o no le apetece. Tu respuesta es amenazarle con no dejar que se levante de la mesa hasta que se lo coma o dejarle sin postre. Por supuesto, esto solo va a acabar en enfados y en que, una vez más, tu peque aprenda que su opinión no tiene valor.
- Situación Disciplina Positiva: La situación idónea sería llegar a un acuerdo. Empieza por preguntarle por qué no quiere comer lo que le has preparado para demostrar interés. Después, explica por qué es importante que se lo coma. Ofrécele opciones “¿Cómo te gustaría más?” pero dejando claro que comer otra cosa no es una opción.
En el caso concreto de las comidas, la alimentación del bebé es uno de los puntos esenciales para el crecimiento saludable de los más pequeños, y una buena forma de que tu hijo o hija se acostumbre a alimentos saludables desde muy temprano es recurrir a la alimentación complementaria y hacer que se acostumbre a los sabores naturales desde el primer momento.
Cómo educar en positivo
Para educar a tus hijos e hijas con disciplina positiva, hay una serie de principios básicos que hay que tener muy claros y seguir tanto como te sea posible, además después de primer hijo, con el segundo hijo ya tendrás la marcha cogida.
La disciplina positiva se fundamenta en la firmeza y la amabilidad. Ambas cualidades, combinadas, son las que deben guiar todas tus acciones y reacciones al educar a tu peque.
Cuando hablamos de firmeza, nos referimos a la capacidad de ser fiel a la palabra y a las decisiones que se han tomado. Lo que le has dicho a tu hijo, debería cumplirse. Puedes ser flexible pero no ceder a los chantajes ni cambiar de opinión de forma constante. Tanto para las responsabilidades de tu hijo o hija, como las tuyas.
La amabilidad se reduce a mostrar empatía por las emociones de tu peque. Las normas de convivencia establecidas deben respetarse, pero tus hijos deben sentir que empatizas con ellos.
Aplicar la disciplina positiva a bebés
Si acabas de tener un bebé y quieres empezar a aplicar la disciplina positiva desde el primer momento, te damos algunos consejos que puedes seguir desde que empiezan a sentarse y explorar hasta los tres añitos aproximadamente.
- La constancia es crucial, de modo que debes hablar con tu pareja, familiares y otros adultos que vayan a estar en contacto con tu bebé, para que todos os atengáis a unas normas y comportamientos.
- Mientras sea muy chiquitín, no entenderá que algunos comportamientos están bien y otros mal, pero aprende de ti. Por lo tanto, lo principal es darle ejemplo.
- Opta por utilizar frases en positivo y limita todo lo que puedas utilizar la palabra “no”. Salvo en casos de comportamientos peligrosos, lo mejor es buscar la forma positiva de decir algo.
- A partir del año de edad, tu bebé empezará a entender que hay cosas que pueda hacer y otras que no, pero es muy probable que haga pruebas de comportamiento para ver cómo reaccionas. Si hace algo que no te gusta, ignóralo o redirecciónalo. Reconoce sólo aquello que te parezca bien que repita.
- Muchas rabietas de bebé, mordiscos y golpes tienen su origen en el cansancio, sueño infantil, o el hambre. Intenta adelantarte a estos desencadenantes.
- No respondas a la agresividad con más agresividad (ni física ni verbal). Resuelve los conflictos que tu pareja y tú podáis tener de forma constructiva para dar ejemplo.
- La consistencia en los límites es vital. Si se resiste, recurre a la calma y la paciencia. Tómate el tiempo que haga falta para hacerle entender por qué ese límite es necesario.
Como ves, la disciplina positiva se encuentra en un punto medio entre el autoritarismo y la permisividad. Para educar a tus peques con disciplina positiva, debes poner el foco, especialmente, en tus reacciones y procurar resolver los conflictos con amabilidad, empatía y firmeza.
¿Qué opinas de la disciplina positiva? ¿La has probado?
Fuentes:
¿Qué es la Disciplina Positiva? – Infancia en Positivo
Consejos de disciplina positiva por edades y etapas, recomendados por la Academia Americana de Pediatría – Bebés y Más
Disciplina positiva: definición y fundamentos – MEDAC
Disciplina Positiva: Qué Es Y 9 Ejemplos Para Aplicar Desde HOY – Padres Rebeldes
Publicado el 23 Jun, 2022