¿Qué es la toxoplasmosis? Síntomas y tratamiento

Son muchas las enfermedades que no conocemos y que se pueden dar durante el embarazo, como es la toxoplasmosis. Esta enfermedad infecciosa puede pasar desapercibida en la mayoría de los casos. Pero en el caso de las embarazadas o en personas inmunodeprimidas puede ocasionar complicaciones mayores. Para evitar todo tipo de complicaciones durante tu embarazo es importante tener en cuenta este tipo de enfermedades, las cuales son controladas mediante análisis rutinarios por los médicos. Y es que la toxoplasmosis y el embarazo no son buenos asociados.

¿Qué es la toxoplasmosis y cómo se transmite?

La toxoplasmosis se denomina como una infección común que se suele encontrar tanto en aves como en animales o personas. La infección es provocada por el parásito Toxoplasma gondii, uno de los parásitos más comunes a nivel mundial. Esta enfermedad no es contagiosa entre persona y persona, pues la única forma de contagio de toxoplasmosis en humanos es a través de la vía transplacentaria.

El peligro que representa esta infección durante el embarazo tiene que ver con el que el parásito puede atravesar la barrera placentaria. En este caso puede conllevar una Toxoplasmosis congénita al bebé al transmitirse al feto antes de su nacimiento. La toxoplasmosis en embarazadas suele darse sobre todo en el primer trimestre de embarazo y va disminuyendo la probabilidad de infectarse a lo largo que avanza la gestación.

Si te estás preguntando cómo suele transmitirse en el ser humano, podemos encontrar tres vías posibles:

• Al ingerir carne contaminada con el parásito o por estar mal o poco cocinada. Por ello, no se recomienda a las embarazadas comer jamón u otro tipo de alimentos que se comen crudos, como puede ser el salmón u otro tipo de fiambres.
• También por estar expuesto a heces de gato que estén infectadas con el parásito.
• Directamente por la transmisión de la madre al bebé durante el embarazo. 

¿Cómo se detecta la toxoplasmosis?

La analítica del primer trimestre será la prueba para detectar la toxoplasmosis. Simplemente la prueba consiste en un análisis de sangre que detecta anticuerpos contra el parásito Toxoplasma gondii. Pues el sistema inmunitario solo ha producido este tipo de anticuerpo si ha sido infectado por este tipo de parásito. En función de la cantidad y el tipo de anticuerpo se podrá conocer si la infección es reciente o se produjo en el pasado. 

Por otro lado, para detectar la toxoplasmosis en el bebé durante su desarrollo, suele hacerse a través de una muestra del líquido amniótico, lo conocido como la prueba de la amniocentesis.

Por otro lado, si la prueba de la toxoplasmosis es positiva y estás embarazada, el bebé tiene riesgo de contraer la infección. Es verdad que cuanto antes ocurra la infección, menor es el riesgo, pero durante el tercer trimestre es más probable infectar al feto, lo que puede ocasionar problemas graves en el bebé. Problemas como convulsiones, agrandamiento del hígado o del bazo, ictericia, infecciones oculares graves, calcificaciones cerebrales o incluso retraso psicomotor.  

El tratamiento de toxoplasmosis en el embarazo deberá estar totalmente controlado por el médico. En el caso de que el bebé tenga toxoplasmosis o las probabilidades son altas, los tratamientos que suelen utilizarse son pirimetamina, sulfadiazina y ácido folínico.

Asimismo, aunque la prueba de toxoplasmosis dé negativo, pero exista la posibilidad de contraerla, siempre deberás acudir al médico para que te realice los análisis oportunos. Porque como dice el dicho, más vale prevenir que curar y sobre todo cuando la salud de tu bebé puede verse afectada. 

¿Cuáles son los síntomas de la toxoplasmosis?

 Contraer la toxoplasmosis es como contraer la gripe, pues los síntomas de la toxoplasmosis suelen ser muy similares, incluso puede que no se sienta ningún tipo de síntomas aunque la persona esté enferma. Entre los síntomas más comunes nos encontramos con dolores musculares, una mayor fatiga, fiebre alta, dolores de garganta, los ganglios inflamados o incluso algún salpullido en la piel. 

En el caso de los síntomas de la toxoplasmosis en el embarazo son también asintomáticos y de corta duración, como si se tratará de la gripe. Por ello, muchas madres no descubren que se han infectado hasta el nacimiento del bebé. Incluso hay casos en la que la madre se entera que cuenta con anticuerpos para esta infección en su próximo embarazo, una vez confirmado con la analítica. 

¿Cómo prevenir la toxoplasmosis durante el embarazo?

Si estás embarazada y quieres evitar todo tipo de contacto, la prevención se centra sobre todo en una buena higiene y una dieta correcta. Las principales medidas para evitar el riesgo de infección por esta enfermedad son:

• Cocinar la carne bien y no comer carne cruda o poco hecha. Esta medida es muy conocida por las embarazadas a las que les gusta los fiambres como el jamón o alimentos de moda como el shushi que contiene pescado crudo. Pues no se recomienda que coman este tipo de productos hasta después del nacimiento.
• Hay que señalar que la congelación a bajas temperaturas, en torno a -18ºC durante al menos 48 horas elimina todo tipo de ooquistes del parásito. O lo que es lo mismo, si tienes antojo de jamón o cualquier tipo de alimento que se suela comer crudo, podrás comerlo tras su congelación a baja temperatura durante al menos dos días seguidos.  
• Lavar las frutar y las verduras muy bien antes de consumirlas. 
• Evitar todo tipo de alimentos con leche que no esté pasteurizada. 
• Si tienes gatos es muy importante tener precaución con su contacto, puesto que los gatos suelen ser portadores del parásito. Aunque los gatos domésticos no suelen comer carne cruda, pero es mejor evitar la limpieza del arenero con heces para reducir el riesgo de contraer la infección por toxoplasmosis.

 

¿Conocías que es la toxoplasmosis?