¿Qué pasa si tengo vaginosis bacteriana en el embarazo?
Con todos los cambios corporales y emocionales que supone un embarazo, es muy normal que algunos sistemas que normalmente funcionan perfectamente, se desajusten. Sin embargo, es necesario mantener un estricto control sobre esta clase de desajustes, como por ejemplo la vaginosis bacteriana que, aunque en una situación normal solo son inconvenientes, en el embarazo pueden tener serias consecuencias.
Hoy te hablamos de la vaginosis bacteriana en el embarazo y qué puedes hacer para prevenirla.
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¿Qué es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana es una infección vaginal causada por un desequilibrio de las bacterias que viven normalmente en la vagina. Es una condición común que afecta a muchas mujeres en algún momento de su vida, por ello es importante tener en cuenta algunos consejos de higiene íntima en el postparto.
Cuando todo es normal, estas bacterias (lactobacilos) tienen funciones beneficiosas y ayudan a mantener un ambiente ácido (pH bajo) que impide el crecimiento excesivo de otros microorganismos potencialmente dañinos. Pero cuando se altera el equilibrio, otras bacterias se desarrollan de forma desmesurada. Estas bacterias producen sustancias que elevan el pH vaginal y causan los síntomas característicos de la vaginosis bacteriana como pueden ser:
- Flujo vaginal anormal, de color grisáceo o blanco.
- Percepción de un olor desagradable, fuerte y similar al del pescado.
- Picor, ardor o irritación en la zona vaginal.
- Dolor al orinar o al mantener relaciones sexuales.
Muchas mujeres, no obstante, no notan ningún síntoma y sólo se enteran de su afección si coincide con que se hagan algún examen ginecológico. Por eso, es recomendable que te hagas una prueba de VB al inicio del embarazo y que repitas la prueba más adelante si tienes algún factor de riesgo.
¿Qué causa la vaginosis bacteriana?
La causa exacta de la VB no se conoce con certeza, pero se cree que está relacionada con un cambio en el equilibrio natural de las bacterias que habitan en la vagina. Se han identificado algunos posibles desencadenantes como:
- Tener relaciones sexuales sin protección con múltiples parejas.
- Usar duchas vaginales o productos perfumados que alteren el pH vaginal.
- Tener el dispositivo intrauterino (DIU) como método anticonceptivo.
- Tener un sistema inmunitario debilitado por alguna enfermedad o medicación.
- Tener cambios hormonales como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia.
¿Qué pasa si tengo vaginosis bacteriana en el embarazo?
A pesar de que, en situaciones normales, esta afección no es grave y se puede tratar fácilmente, tanto si presenta síntomas como si se descubre por casualidad, esta enfermedad puede tener consecuencias graves durante el embarazo si no se trata a tiempo.
Parece ser que la vaginosis bacteriana en el embarazo afecta a entre un 5 y 15% de personas embarazadas en los países desarrollados. La presencia de esta afección durante el embarazo se considera un factor de riesgo. El motivo es que está fuertemente asociada a complicaciones severas como pueden ser la rotura prematura de la bolsa amniótica, infecciones en el tracto urinario, aumenta el riesgo de parto prematuro y también de sufrir endometriosis en el postparto.
El parto prematuro es uno de los más graves puesto que, si sucede antes de las 37 semanas, las posibilidades de supervivencia del feto se reducen drásticamente, puesto que se ven afectados los pulmones y el corazón. Incluso cuando el pequeño sobrevive, puede haber trastornos del desarrollo y el crecimiento.
Por eso, ante cualquier duda o síntoma, es necesario consultar con un médico y hacerse una prueba de vaginosis bacteriana lo antes posible si estás embarazada o planeas estarlo.
¿Cómo se trata la vaginosis bacteriana en el embarazo?
El tratamiento de la vaginosis bacteriana, en el embarazo y fuera de él, consiste en tomar antibióticos por vía oral o aplicarlos en forma de crema o gel vaginal. Se trata de un tratamiento de no más de una semana de duración en situaciones normales y de gran eficacia para liberarse de los posibles síntomas y de la infección. Por supuesto, deben seguirse siempre las indicaciones que haya dado el ginecólogo y, como suele suceder con los antibióticos, seguir tomando el tratamiento prescrito incluso después de notar la desaparición de los síntomas.
Prevención de la vaginosis bacteriana en el embarazo
La prevención de la vaginosis bacteriana pasa por mantener una buena higiene íntima, usar preservativos durante las relaciones sexuales si no se quiere quedar embarazada y evitar las duchas vaginales y los productos que alteren el pH vaginal. Estar embarazada y ser fumadora también está asociado con un mayor riesgo de contraer vaginosis bacteriana, aunque sin duda, es uno de los males menores del no dejar de fumar durante el embarazo.
Se ha teorizado que una dieta que incluya probióticos puede ayudar a mejorar el equilibrio de la flora vaginal, pero deberás consultar esto siempre con tu ginecóloga.
La vaginosis bacteriana en el embarazo puede tener consecuencias graves, pero, por suerte, si sigues las recomendaciones y medidas de precaución apropiadas, no tienes por qué sufrirla. Lo más importante es una detección temprana, así que, incluso si no notas los síntomas, asegúrate de acudir a todas las pruebas durante el embarazo y pedir que te hagan el examen apropiado.
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Fuentes:
Vaginosis bacteriana durante el embarazo – Cuidate +
Vaginosis Bacteriana Durante el Embarazo – American Pregnancy Association
Vaginosis bacteriana en el embarazo – Matterna