Verdades y mentiras de la Escuela Montessori

En la actualidad se habla mucho de nuevas pedagogías, tales como la Escuela Montessori. En la base de este movimiento está la creencia, por parte de algunos sectores tanto de padres como de docentes, que otra forma de educar y de aprender es posible. Nuevos modelos en los que los niños participen más y aprendan de una forma más empírica.

La pedagogía Montessori toma su nombre de la educadora y pedagoga italiana María Montessori quien a principios del siglo XX la inició. Ella creía que los niños y niñas aprendían de una forma natural si se les deja seguir sus instintos.
El interés por la educación Montessori se ha visto acrecentado al conocerse que algunos personajes famosos han elegido este método alternativo de educación para sus hijos. Uno de los últimos casos ha sido el del príncipe Jorge de Inglaterra. Pero en torno a Montessori hay verdades y también mentiras. Te las aclaramos.

Algunas verdades en torno a Montessori

Se suele decir que Montessori es caro. En España, por el momento, la pedagogía Montessori se aplica mayoritariamente en escuelas privadas. Eso supone un gran esfuerzo económico para sacar los proyectos adelante. Aunque, como pone de manifiesto Bei M. Muñoz de Montessorízate,cada vez hay más escuelas públicas y escuelitas humildes que lo implementan.

El método Montessori respeta los ritmos y necesidades del niño. Se le permite moverse con libertad por el aula y escoger en qué va a emplear su tiempo, aunque sea el educador quien le propone a qué jugar y le da algunas indicaciones. Asimismo estará pendiente de los periodos sensibles, es decir, de cuándo el peque manifiesta interés por algo para potenciar el aprendizaje de ese área.

Algunas mentiras en torno a Montessori

Se suele decir que Montessori es todo o nada y que, si no se aplica en el aula, es imposible aplicarlo en el hogar, y viceversa. En realidad, lo que promueve el método es el respeto mutuo, la libertad y la autonomía. Por tanto, con esa premisa, aplicar Montessori en el hogar no es tan difícil.

También se suele decir que no se puede poner en práctica si ambos padres trabajan. Las oportunidades de alentar, conectar y favorecer la autonomía e independencia están en todas partes. Porque Montessori es una filosofía o un modo de vida.

Se dice igualmente que no favorece la creatividad o que fomenta o presiona a los niños hacia la intelectualización temprana, pero no es así. El niño puede deambular por el aula y elegir el material Montessori con el que quiera jugar. En ese momento, el educador presentará el elemento. Después será el niño quien decida el uso que quiere darle. En cuando a la presión, como comentábamos, el educador está pendiente de los periodos sensibles para aprovecharlos.

¿Conocías en qué consiste la pedagogía Montessori? ¿La aplicas o te gustaría aplicarla?